De manera general, el cáncer es una enfermedad provocada por células que desarrollan cambios en su ADN. El ciclo de vida de una célula es crecer, multiplicarse a una velocidad marcada y morir en algún momento determinado.
Una célula con ADN mutado, también llamada “neoplásica”, no funciona de manera correcta, así que se multiplica sin control de manera autónoma, generando masas anormales, que puede malignizarse invadiendo localmente y a distancia a otros tejidos, a diferencia de una masa anormal benigna, que no se dispersa ni invade otros tejidos o partes del cuerpo.
Muchos tipos de cáncer son prevenibles considerando ciertos factores de riesgo que se deben tomar en cuenta, así como contemplar estudios médicos preventivos que facilitan una detección temprana y con ello, un tratamiento adecuado y potencialmente superar la enfermedad.
El cáncer es uno de los principales problemas de salud pública, ya que representa una de las más importantes causas de muerte, siendo los más diagnosticados en primer lugar el cáncer de mama y, en segundo lugar, el cáncer Cervicouterino. Ambos representan las dos principales causas de muerte por cáncer en mujeres mayores de 25 años.
La gravedad de ambos casos es que, en estado temprano, no producen ni síntomas ni signos de alarma, y usualmente cuando ya existe sintomatología, el cáncer se encuentra en etapas avanzadas, reduciendo la posibilidad de éxito.
Los signos avanzados del cáncer Cervicouterino incluyen:
No están claras las causas específicas del cáncer cervicouterino, pero se ha demostrado contundentemente que el virus de papiloma humano juega un papel importante en su desarrollo, apoyado en otro tipo de factores tales como: