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Mitos sobre la Lactancia

Como se ha platicado de manera esporádica en otras de nuestras secciones, el camino de la lactancia desafortunadamente se encuentra saturado de muchos mitos y costumbres que lejos de apoyar a que se instaure y disfrute de manera correcta, generan problemas que eventualmente y a la larga pueden hacer que la lactancia se sustituya por fórmula de biberón, para infortunio del pequeño bebé.

En esta sección abordaremos a modo de preguntas y respuestas los mitos más comunes:

 

  • Ese niño sólo se la pasa mamando, ya te agarró la medida // Eso del pecho es más cosa tuya que del bebé // Ya te agarró de chupón.

NO. La lactancia materna no se reduce a ser el “chupón” del bebé. Si bien la función principal de la lactancia es alimentar, no lo es todo, en esta conexión mágica de mamá-bebé se cumplen adicionalmente otras metas: apego seguro, reforzamiento de sistema inmune, cobertura de nutrimentos necesarios para crecimiento correcto del bebé, etc. Recuerda también que la leche materna es de digestión ligera, por lo que es normal que las tomas no sean tan espaciadas y se estén repitiendo constantemente.

Limitar todo ese proceso a aparentar ser solo la diversión de un bebé, o peor aún, conferirle a un bebé la habilidad del engaño es, por decir lo menos insultante, no importa si el comentario se da de recién nacido, cercano a los 6 meses, o cuando el bebé ya tiene años. El proceso de lactancia materna compete sólo a dos personas: Mamá y Bebé con el apoyo brindado por el círculo de personal médico y el de la familia nuclear. Un entorno empático con la mamá, sus necesidades y sus decisiones lo cambia todo. 

Confía en la naturaleza y en tu intuición, y aun si hay momentos en que todo parece caótico, sin un orden o patrón, recuerda añadir a tu desesperación la frase final “por ahora”, porque el día de que se encuentre un equilibrio y que se regulen las cosas va a suceder, así como también se hará un destete respetuoso. Nada es para siempre.

 

  • El niño se duerme en tus brazos, seguramente no se llena y se cansa y por eso lo suelta // Ya no le des pecho, se está volviendo quisquilloso y no quiere estar con nadie más.

NO. La lactancia materna no promueve actitudes de “niño quisquilloso”, sino que se asegura de instaurar con mayor fuerza el apego seguro hacia la figura naturalmente primordial en la vida de todo ser humano: la madre. 

Si el bebé se duerme tomando pecho, es porque es la consecuencia más lógica del proceso. Al estar mamando satisface el hambre, se relaja y combina la placentera comida con la cercanía a su mamá a quien conocer por su olor y su calor característico.

Adicional a ello, la leche materna contiene un aminoácido llamado “L-Triptófano” que justamente ayuda a los bebés a conciliar el sueño, además de tener también “melatonina”, una hormona que ayuda a establecer los ciclos de vigilia y sueño. Inclusive, estudios han demostrado que es en la noche cuando se presentan los picos de estas sustancias, precisamente para propiciar que el bebé concilie el sueño con mayor rapidez que en el día (uno de entre muchos motivos por los que varias mamás deciden colechar)

Este periodo no será para siempre, y por lo general, todos los niños maduran su psique con el paso del tiempo, buscando su espacio e individualidad, pero mientras son bebés y/o niños pequeños. La madre cumple una función que va más allá de ser alimento: mamá genera el apego seguro, el que, curiosamente, a futuro les dará la confianza suficiente para seguir su camino.

 

  • Dale un poco de té / agua / alimento, no le va a hacer daño.

NO. El sistema digestivo del bebé es inmaduro y frágil, introducir cualquier bebida o alimento antes de los 6 meses está completamente contraindicado, incluyendo el agua. La alimentación del bebé debiera ser de manera exclusiva sólo con lactancia materna, y si hay alguna condicionante que no lo permita, con una fórmula láctea recomendada por el pediatra. Nada adicional.

 

  • Ya tiene 6 meses, ya no necesita tu leche, déjalo que coma.

NO. Aun cumplidos los 6 meses y ya instalando la alimentación complementaria, la leche materna sigue siendo la fuente principal de alimentación del bebé y varias instituciones internacionales como la OMS y la UNICEF sugieren que se continúe así hasta los 2 años de edad, considerando que a partir de los 6 meses se introducen otros alimentos.

Como su nombre lo indica, la alimentación que se introduce en ese periodo es “complementaria” no “sustituyente”, ni “principal”.

 

  • Tu pecho no produce suficiente leche // Se queda con hambre.

NO. Si se sigue la lactancia materna de manera exclusiva, sin introducir fórmulas lácteas, si se asegura que se hace el agarre correcto, si se ofrece a libre demanda, esta aseveración es falsa. Recuerda la regla de oro: Si hay succión, hay producción. Puedes buscar asesoría de profesionales de la lactancia para estar segura de que todo está funcionando correctamente, así como apoyo en tu pediatra pro-lactancia, pero si has leído nuestro blog y has analizado que se están cumpliendo los puntos básicos que te recomendamos, puedes estar segura de que tu pecho produce lo que debe producir y satisface a tu bebé.

 

  • Tengo que tener una dieta especial para amamantar

NO. Tu cuerpo produce la leche de la calidad y cantidad necesaria para tu bebé en base a su comunicación con él y como respuesta a su demanda. Salvo casos muy específicos, la única dieta que debes seguir es la de una alimentación sana y balanceada, como debiera ser en cualquier otro momento de tu vida.

 

  • Debo tener un patrón de alimentación, en donde en cada toma este X minutos en cada pecho

NO.  El patrón de tiempos de alimentación lo marcará tu bebé conforme sus hábitos, por lo que al principio la lactancia se establecerá a libre demanda, sin considerar tiempos entre tomas. Tampoco se recomienda que se maneje que en cada toma el bebé pase por ambos pechos, es mejor que realice la toma completa en un solo pecho para asegurar que obtiene todos los nutrimentos que debe con la toma final más rica en grasa (fase 2) y no sólo los de la fase 1 (que es la más ligera y dulce).

 

  • Mi mamá no pudo dar pecho – Mis pechos son pequeños – Mis pezones no están formados o están invertidos-  por lo que no podré dar pecho.

NO. Tus pechos están hechos de manera natural para cumplir su función primaria que es la de alimentar a tu bebé, sin importar si tu mamá pudo o no, de su tamaño, o de la forma de tus pezones. En este último caso, puede ser benéfico que busques una asesora de lactancia que te lleve de la mano de manera práctica para que puedas dar pecho con comodidad y asegurar los agarres correctos, pero aun en estos casos amamantar es posible.

 

  • No te debe dar el aire // no debes enojarte, asustarte o estresarte porque se te va a ir la leche.

NO. Los pechos no tienen emociones propias, ni se congelan con el aire: si hay succión hay producción. Si bien el estado emocional de la mamá puede llegar a influir en su sistema, no por si sola detiene el flujo de leche. 

 

  • Dar pecho duele.

NO. En caso de doler, es porque el agarre no es correcto o se está presentando algún problema como una mastitis o perla de leche. La lactancia materna no duele, y si duele algo está pasando que requiere atención especial.

 

  • Produzco poca leche, por eso casi no extraigo nada.

NO. La producción de leche que se genera entre una toma del bebé vs. el extractor de leche no es para nada el mismo. Normalmente se extrae menos con el extractor por la falta de estimulación bioquímica en comparación con la que realiza el bebé.

 

  • Si me dan medicamento, debo suspender la lactancia.

SI/NO. Hay medicamentos que efectivamente no son compatibles con la lactancia, sin embargo, en la mayoría de los casos, existen otras opciones que son compatibles, sin poner en riesgo la lactancia. Para ello es importante que el médico sea pro-lactancia de manera que pueda tomarlo a consideración al momento de extender una receta de medicamentos.

 

  • Lactar es un anticonceptivo, mientras dé pecho no me puedo embarazar.

SI/NO. La lactancia materna se considera como un anticonceptivo natural, esto es porque las hormonas que provocan la producción láctea naturalmente son incompatibles con las hormonas que propician el embarazo, pero como cualquier método no es infalible, por lo que si puedes quedar embarazada aun dando pecho.

 

  • Debo limpiar mis pezones antes y después de cada toma.

NO. Mientras mantengas una buena higiene general con tus duchas regulares, con jabón neutro y laves tus manos antes y después de cada toma no necesitas limpiar tus pezones, sino corres el riesgo de resecarlos de sus aceites naturales, favoreciendo la aparición de grietas o rasgaduras.

 

  • Si me enfermo, no puedo amamantar.

SI/NO. Definitivamente dependerá de la enfermedad de la que se habla, pero por enfermedades comunes como gripe, no se debe suspender el pecho, ya que inclusive se le transmite anticuerpos al bebé a través de la leche, para ayudarlos a construir sus propias defensas. En el caso de la COVID-19, no está contraindicado dar pecho si la mamá la padece, pero debe tomar las precauciones debidas, con la higiene de manos y usando el cubrebocas correspondiente.

 

  • Si le das pecho más de 6 meses, puede tener problema con sus dientes.

NO. Dar pecho no interfiere para nada en la dentición, ni propician las mal oclusiones dentales o problemas en la mordida. El uso de los biberones más allá del año de edad si aumenta la probabilidad del desarrollo de mordida cruzada posterior.

En el caso de los chupones, pueden usarse, pero no a libre demanda, menos de 6 hrs. al día y busca que sean flexibles de cuello fino, no en forma de cereza. 

 

  • En cuanto le salga el primer diente, debes suspender pecho porque te va a morder.

NO. No insinuamos que nunca va a pasar, ya que hay bebés que aun sin dientes muerden el pezón, sin embargo, no es una condicionante. La succión para extraer leche no se apoya de los dientes por lo que no hay que suspender el pecho sólo por ya hay un dientito de por medio. Lo que, si es que, si tu bebé es mordelón, le expreses de alguna forma, que eso lastima a mamá… ¡ouch!

 

  • Cuando sale el primer diente es importante que se empiece a tener una higiene bucal con fluor o suspender el pecho por las caries.

SI/NO. La información no se encuentra muy clara. Por años se ha comentado que a la salida del primer diente es necesaria la limpieza de la boca al menos con agua y un cepillo especial suave o inclusive con un trapito de tela de pañal. Sin embargo, estudios recientes recomiendan el uso de dentífrico fluorado con 1,000ppm desde el primer diente (NHS británico y la American Academy of Pediatric Dentistry). 

Por un lado, se ha hablado por años sobre el riesgo de generar una fluorisis innecesaria al bebé, con un consumo excesivo de flúor mientras los dientes están en formación, pero el otro extremo tampoco es bueno, en donde se descuidan los dientes infantiles de leche y se ven casos de caries bastante serios que dañan no sólo al diente de leche, sino hasta los dientes permanentes que todavía no han salido.

Nuestra recomendación es que te asesores con un odontopediatra cuando notes que empieza a salir el primer dientito de tu bebé y así él te pueda brindar las mejores recomendaciones para su cuidado.

 

  • Su popó es explosiva y verdosa, seguramente es intolerante a tu leche 

SI/NO. Si tu bebé presenta popó verdosa y explosiva y está bajo lactancia materna exclusiva, lo más seguro es que estemos frente a un caso en donde el bebé no succiona el tiempo suficiente del pecho de mamá. Recuerda que cuando la lactancia materna queda instaurada, la leche presenta dos fases: la primera más ligera y alta un azucares, enfocada a saciar la sed del bebé, y la segunda más concentrada y rica en grasas, enfocada a nutrir al bebé.

Si tu bebé sólo toma la primera fase de la leche, la respuesta del sistema es presentar un falso cuadro de intolerancia con heces verdes explosivas y poco aumento de peso, inclusive si se le manda un análisis de excremento, saldrá alto de azucares. Por lo anterior es importante que te enfoques en que tu bebé mame suficiente de cada pecho y lo vacíe antes de pasar al otro, para asegurar que llegué hasta la fase 2 de la leche.

Sólo hay casos muy contados y especiales en los que puede ser que el bebé si sea intolerante a tu leche, pero si remediando lo anterior no se corrige, será el momento de pensar/sospechar algo más y sólo con la asesoría de un médico pro-lactancia.

 

  • Tu leche descongelada sabe fea // huele fea // tiene nata, ya no sirve

NO.  La leche materna es rica en lipasas (moléculas enzimáticas que ayudan a la digestión) que pueden hacer que la leche huela o sepa raro, además al pasar tiempo en reposo suele tener sedimentación en donde la grasa se separa de la parte acuosa. Para prevenir esto, se puede escaldar la leche recién extraída, es decir hacer el baño maría solo hasta que se empiecen a formar las primeras burbujas. De ahí se deja reposar/enfriar y posteriormente se congela. La nata se disipa al sacudirla

Si has manejado el almacenamiento de la leche debidamente, aunque sepa/huela feo, si sirve, todo depende de si tu bebé desea tomarla o la rechaza.